¿Qué quieres cenar? Imitación a la vida

Cuando nació mi hija tenía claro que la vida iba a cambiar...

Pero también que yo soy como soy y las cosas que me gusta hacer.

A algunas tengo que renunciar, como ir al cine, excepto ocasiones esporádicas y preparadas... aunque espero que a partir de este verano le guste más lo de la pantalla grande (aunque si le hace tanto caso como a la pequeña...me veo sin cine...hasta que tenga edad de esperar sola)

Pero a otras, decidí que no. No digo que sea correcto, o no. Es lo que es. A mí me gusta coger el coche y moverme; como me gusta liarme y cenar o comer fuera; y ni siquiera soy una madre previsora de mochila con ropa para cambiarla, juguetes o galletas. Llevo merienda.. y a nosotras.

Sólo no está cuando es una cena + copas; una salida nocturna en toda regla (y al viaje a Usa, que tampoco me la llevé)

Y el martes no fue una excepción....

Uno de sus juegos favoritos es alinear muñecas en sillas y leerles cuentos como su profe, para lo que está muuuucho tiempo riñéndoles "si no os calláis, no os lo leo" "Pablo, no te levantes, que te castigo y no te lo leo".. con lo que deduje que recibe muchas broncas en la guarde, hilado con el comentario de su profe "es la que más habla, lo cuenta todo" (que mis padres oyeron a mis profesores, sobre mí, hasta que fui a la universidad.. y porque con estos ya no iban a hablar)

Pero tiene otro... coge una libreta, un boli... viene muy decidida hacia ti, te manda sentar... apoya el peso en una cadera y pregunta con el boli pegado a la libreta para escribir rápido.. "¿qué quieres cenar?"

(sobre el hotelito de Santiago, que algunas habéis preguntado..es este, el Costa Vella)