RELATIVO

O cómo todos somos todo.

Hubo un momento de mi vida bastante convulso….todo tenía una dirección y un sentido y yo me dediqué a poner mi mundo patas arriba… de forma que llegó un momento en que ese sentido y esa dirección yo ni los encontraba ni sabía si quería encontrarlos. Bueno, sí, quería encontrarlos porque fui a una psicóloga. Una persona excelente. La admiro. Pero es que además me ayudó un montón. Sólo fui dos meses. Porque me cambié de ciudad no porque quisiera dejarlo porque, de hecho, la eché mucho de menos.

Una de los ejercicios propuestos era: en un cartulina dibujar dos círculos concéntricos (grandes) en el de fuera había que escribir cómo te veían los demás y en el de dentro cómo te ves tú o cómo crees que eres. Yo me estaba volviendo loca porque me contradecía constantemente…..y eso fue lo que le dije…es que a veces soy así…y otras veces justo lo contrario… y me dijo:

“Es que todos somos todo. Y en una escala de 1 a 10, el equilibrio no está en el 5, sino en ser lo que hay que ser en cada momento.” Un ejemplo típico es el egoísmo. No es ni malo, ni bueno (aunque lo de malo y bueno también son conceptos a revisar) ser egoísta. Lo que hay que intentar es ser un 2 de egoísta cuando alguien necesita algo de ti. Y un 8 cuando es necesario ver que alguien está abusando de ti. Por ejemplo.

Reviso muchísimas veces los “apuntes” que tengo de aquellas sesiones. Aprendí mucho. Respeto, libertad, tolerancia, juzgar…adquirieron otra dimensión.

Esto tampoco quiere decir que esté al 100% con los psicólogos. De hecho, entiendo que se centran demasiado en el “ego” y que “olvidan” que, a fin de cuentas esos egos se tienen que encontrar con otros egos porque formamos parte de comunidades… en definitiva de la sociedad.

Ya sé que es lunes, pero es que me estaba diciendo… “si yo no soy perezosa… por qué este lunes me está todo costando tanto?”